Escape Room en vuestra casa
A los niños les encantan los escape rooms. Sueñan con pasar su cumpleaños allí, jugar con su familia y comprar un juego de mesa temático. Dile que el brócoli es “un escape room” y el niño se lo comerá con mucho gusto y apetito.
Los escape rooms son una actividad muy divertida que suele estar enfocada a los padres, pero que, en algunos casos, los niños también pueden disfrutar. Cuando eso ocurre, ¡es genial tanto para los unos como para los otros! En estos tiempos, los niños carecen de sus alegrías habituales: salir a correr con sus amigos por la calle o jugar en el patio con sus compañeros de cole. Sin embargo, la epidemia no es una razón para dejar de jugar escape rooms. Es cierto que no podemos salir de la casa, pero podemos convertir nuestra casa en un escape room.
Si queréis obtener un juego listo para usar, hemos lanzado un nuevo proyecto, #Escaperoomencasa, con varias temáticas en las que podréis comprar un juego ya hecho a un precio reducido. Pero, si lo que queréis es montaros uno desde cero, a continuación podéis ver nuestros consejos para montarlo en casa.
- Piensa en una temática y crea una misión emocionante. El escape room nos permite vivir una aventura nueva, diferente y emocionante. Puedes encontrarte en un barco pirata perdido en busca de tesoros o en el Ministerio de Magia, en busca de un hechizo mágico. No hay límite para la imaginación en las misiones y, los niños, más que nadie, se meten rápidamente en cualquier papel. Crea una historia y una misión original y cuéntasela al peque al comenzar el juego.
- Como en todo buen escape room, debes agregar un poco de adrenalina y especificar el período de tiempo limitado que tienen para cumplir la misión. Por lo general, suele ser una hora, pero puedes acortarlo o alargarlo como mejor consideres. Es importante estimar de antemano la cantidad aproximada de tiempo requerido para resolver todos los puzzles y rompecabezas, y luego controlar el tiempo durante el juego, ayudando al niño o, por el contrario, alentando su independencia en resolver los enigmas.
- Une las tareas con la historia y crea una línea de juego. Puedes esconder varios enigmas dentro del piso con instrucciones sobre dónde buscar la siguiente pista, por ejemplo. Pero no tienes que mandárselo directamente, o decirles que la siguiente tarea se encuentra debajo del colchón de la cama, por ejemplo. Usa la imaginación. Así, una simple estantería puede convertirse en una vieja biblioteca y una lavadora, en una nave espacial.
- Crea una variedad de tareas. En un buen diseño de juego no hay enigmas del mismo tipo, porque la repetición de acertijos puede aburrir a los jugadores. Elige diferentes enigmas: pídeles que busquen un objeto; dales un enigma de lógica; haz que resuelvan un problema matemático; dales algún test de actividad física, o haz que dibujen algo para resolver un enigma. Las posibilidades son infinitas.
- No compliquéis ni simplifiquéis los enigmas. Todos los creadores de escape rooms conocen la teoría del Flow: se trata de un estado creativo de felicidad, cuando lo que estamos haciendo no es ni demasiado fácil como para aburrirnos y ni demasiado difícil como para sentirse frustrado. Diseña el juego de tal manera que, empezando por tareas simples, se avanze a tareas más difíciles o mezcle diferentes niveles de dificultad entre sí. Asegúrate de que los niños y niñas se estén divirtiendo y que no estén pidiéndote la solución en cada enigma.
- Encuentra una música que servirá como banda sonora del juego. Una buena música de fondo crea un estado de ánimo diferente y te mete en papel. En un escape room, la atmósfera es muy importante, así que elige una música temática para que el niño siempre se sienta dentro de la historia.
- Por últmo, el final. El fin del juego debe ser apoteósico, y la victoria tiene que ser recompensada. En la sala de escape tradicional, se trata de abrir la puerta y escapar literalmente, pero actualmente no es posible hacerlo debido a la situación en la que estamos. Te traemos una posible solución: esconde alguna sorpresa para que lo encuentre al completar la última misión. Una barrita de chocolate o chuches será suficiente. Además, esto no tiene por que ser una simple tableta de chocolate, sino que puede ser un tesoro antiguo de la tribu maya, reservado solo para los indios más inteligentes y valientes…
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