Escape Room, la película vs los esape rooms reales. ¿Sé parecen?
Los escape rooms se han convertido en una tendencia creciente durante los últimos años y están en auge en todo el mundo. Así que no nos sorprende que se haya hecho una película sobre este fenómeno: Escape Room, la película, llegó a los cines este pasado viernes (15 de marzo). Pero, ¿es semejante película comparable a una sala de escape real? Maaike van Leeuwen, Game Máster en Lock-Clock Escape Room, fue a comprobarlo.
*contiene spoilers*
En la película, seis extraños se encuentran en un laberinto de salas misteriosas y deben usar su ingenio para sobrevivir con el fin de ganar 10 000 dólares. A medida que el juego avanza, queda claro que no solo las salas son mortales, sino que también parecen estar hechas a medida de sus jugadores. ¿Podrán vencer el juego? Si la respuesta es sí, ¿a qué precio?
Empecemos por lo más obvio: en general nadie muere en un escape room y los jugadores nunca están en peligro mortal. Las empresas correrían el riesgo de demandas multimillonarias, si fuera así. Aparte de esto, la película es una representación bastante rigurosa de un escape room. Claro que, en general, una sala de escape normal no trata de quemarte vivo, causarte hipotermia, ni envenenarte, y normalmente la tabla del suelo no se mueve para que no te mates, pero aparte de eso, parece bastante precisa. El juego requiere buscar; resolver rompecabezas; pensar con la mente abierta, pero dentro de la lógica; encontrar pistas; prestar atención a los detalles y, a veces, algo de ejercicio físico. La verdad es que, si no fuera por el carácter letal del juego, ¡yo también me apuntaría! La película contiene algunos enigmas que no son nuevos para un jugador experimentado, pero también tiene algunas pruebas geniales. Personalmente, me moriría de miedo si tuviera que meter la mano en un oso polar de peluche para recuperar un objeto, pero puede que un valiente compañero de equipo se ofreciera voluntario. La habitación boca abajo es una de mis habitaciones favoritas: tiene una estética muy atractiva, cumple con un propósito y está integrada de manera muy inteligente. ¿Podría ser que los guionistas colaboraran con diseñadores de juegos?
Saltarse las reglas y hacer trampas tampoco está bien visto en los escape rooms de la vida real, pero, afortunadamente, en la vida real no acabas ahogado bajo una capa de hielo. Al Game Máster ya no le caerás bien y, a veces, puede que te eche de la sala (que es precisamente lo que los jugadores de la película quieren que ocurra).
Si quitamos la presión por una muerte inminente, Escape Room es bastante fiel a una versión de la vida real: muy inmersiva, excelente diseño de escenarios, mezcla de rompecabezas, agilidad, cooperación en equipo y juegos de pensamiento lógico; candados, puertas secretas, sugerencias y efectos especiales. Esta sala lo tiene todo y más.
Moraleja de la historia: no aceptes nunca una invitación para ganar 10 000 dólares por vencer un juego sin antes investigar un poco.
- Maaike van Leeuwen